Y cuando no quiere escuchar simplemente no lo hace
como un niñato resentido
se niega a tomar esas palabras que tal vez lo salven,
lo saquen de eso que tanto lo ahoga. Pero no es culpa mía que no quiera tomarlo
pobre niño insensato que ganas con tanto orgullo que te mueve?
lo siento, pero no me puedo lamentar por ti y menos quedarme contigo haciéndolo.
Si, puedo guiar tu mano a tomar esas palabras,
pero de que sirve...si al instante habrás de soltarlas.
¿porque lo haces?...quizás por costumbre, no lose
pero no puedo evitar preguntar el porque...es curioso.
cerrar el corazón y la mente, para que al final sean el arma con la que
mutilas tus piernas...y tu, deseando correr. Pero ¿que haces?